“La menstruación es como un signo vital”. Así arranca este episodio de Se Vale Preguntar, con una afirmación que marca el tono de toda la conversación: nuestro ciclo menstrual no es solo un asunto de días y sangrado. Es un reflejo directo de nuestra salud física, emocional y hormonal.
Escucha el episodio completo aquí:
Aunque culturalmente se nos ha enseñado que todas menstruamos igual —cada 28 días, por 5 días exactos, con dolor “normal”—, la realidad es mucho más diversa. Y entender esa diversidad puede ayudarnos a identificar señales de alerta, tomar decisiones informadas y vivir nuestro ciclo con menos ansiedad y más conciencia.
¿Qué es un ciclo menstrual saludable?
La Dra. Yarí Vale Moreno explica que un ciclo menstrual saludable:
- Dura entre 26 a 36 días
- Tiene un sangrado que suele durar de 4 a 7 días
- No debe ser incapacitante ni hemorrágico
- Puede variar unos días de un mes a otro sin ser considerado “irregular”
También nos recuerda que el ciclo no es solo la menstruación. Incluye fases hormonales —como la ovulación— que afectan el estado de ánimo, la energía, el deseo sexual y otros procesos del cuerpo.

¿Es “normal” sentir dolor o tener ciclos irregulares?
Un poco de malestar el primer día puede ser común, pero el dolor fuerte o incapacitante nunca es normal. Tampoco lo es sangrar más de 8 días, manchar la ropa constantemente o cambiar la copa menstrual cada 2 horas. Estos podrían ser signos de condiciones como endometriosis o fibromas, y deben ser evaluados.
En adolescentes y personas menstruantes jóvenes, es normal tener ciclos irregulares durante los primeros años. Pero si no hay menstruación por varios meses, es clave consultar para descartar causas hormonales o metabólicas.
¿Qué pasa con los métodos anticonceptivos?
Muchas pacientes se preocupan al dejar de menstruar tras usar anticonceptivos como el DIU hormonal o la inyección. Pero esto no siempre es motivo de alarma. Como explican en el episodio, la mayoría de estos métodos suprimen la ovulación, y por ende, el sangrado que ocurre no es una “regla” verdadera, sino un sangrado inducido.
Eso sí: cualquier cambio que te preocupe debe ser conversado con tu proveedor de salud. Y si estás comenzando un nuevo método, es útil llevar un registro para observar cómo responde tu cuerpo.
¿Y las apps para registrar el ciclo?
Usar una aplicación para llevar un diario de tu ciclo puede ser útil para observar patrones, identificar síntomas como migrañas o cambios de humor, y recordar cuándo tomarte las pastillas o colocarte la inyección. Sin embargo, es importante saber que la ovulación no se predice, se observa. Y muchas apps no están diseñadas para usarse como métodos anticonceptivos.
Además, si estás en un estado o país donde el aborto es ilegal o criminalizado, debes tener mucho cuidado con las apps que recogen y comparten tus datos. Algunas, como Flo, han sido señaladas por vender información sensible. En cambio, apps como Clue priorizan la privacidad. O, mejor aún, lleva tu registro en una libreta.
El estigma aún pesa… y nos pasa factura
Una de las frases más poderosas del episodio viene al final: “No estoy mala, estoy menstruando”. Es hora de cuestionar el lenguaje que usamos para hablar de nuestro ciclo. Llamarle “maldición”, “enfermedad” o “algo sucio” no es solo inexacto: es parte del estigma que durante siglos ha marginado, avergonzado y medicalizado la experiencia menstrual.
El desconocimiento sobre el ciclo menstrual sigue costándonos salud, tiempo y dignidad. Desde niñas a las que nadie orienta, hasta pacientes adultas que normalizan sangrados peligrosos o dolores incapacitantes por miedo, por desinformación o por falta de acceso a servicios sensibles e informados.