El mes de enero nos invita a reflexionar sobre la importancia de la prevención del cáncer cervical, la sexta causa de muerte más común entre las personas con útero en Puerto Rico. La concientización sobre esta enfermedad es crucial, ya que la detección temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico y la calidad de vida de las personas diagnosticadas. El cáncer cervical es uno de los pocos tipos de cáncer que se pueden prevenir tomando las acciones adecuadas a tiempo. Realizar exámenes regulares, como la citología y las pruebas de VPH, son fundamentales para identificar cambios en el cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer.
Conoce al causante principal del cáncer cervical
El cáncer cervical, en gran medida, es prevenible con detección temprana y medidas que se pueden tomar desde la adolescencia. La causa principal de este tipo de cáncer es la infección por el virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un grupo de virus relacionados que pueden afectar la piel y las membranas mucosas. Existen más de 200 tipos de VPH, y algunos de ellos están asociados con el desarrollo de cáncer, incluido el cáncer cervical.
El VPH se transmite principalmente a través del contacto piel a piel, generalmente durante las relaciones sexuales. Incluso el contacto genital mínimo puede llevar a la transmisión. Es importante señalar que el VPH es muy común y que la mayoría de las personas sexualmente activas contraen el virus en algún momento de sus vidas. En muchos casos, el VPH no causa síntomas evidentes, y la mayoría de las personas no son conscientes de que lo tienen. Sin embargo, en algunos casos, el virus puede manifestarse con verrugas genitales, que son crecimientos de carne en el área genital.
La detección del VPH generalmente se realiza a través de pruebas específicas que pueden detectar la presencia del virus en células cervicales. Las pruebas de Papanicolaou a menudo se combinan con pruebas de VPH para un diagnóstico más preciso. Algunos tipos de VPH, denominados de “alto riesgo”, pueden provocar cambios en las células cervicales que, si no se tratan, pueden convertirse en cáncer cervical. Además del cáncer cervical, el VPH puede contribuir al desarrollo de cánceres en áreas como la garganta, la boca y el ano. Aunque menos común, el VPH puede causar cáncer de pene o ano en hombres.
Dada la prevalencia del VPH, la vacunación es una herramienta crucial en la prevención. La vacuna no solo protege contra el cáncer cervical, sino también contra otros tipos de cáncer asociados con el VPH. Es esencial discutir con el médico la idoneidad y el calendario de vacunación.
¿Cómo prevenir y detectar a tiempo el cáncer cervical?
Aquí te compartimos algunas cosas que puedes hacer para prevenir o detectar a tiempo el cáncer cervical.
- Vacunación contra el VPH: La vacuna contra el VPH es una medida preventiva fundamental. Se recomienda especialmente para adolescentes y mujeres jóvenes, pero puede ser beneficiosa en cualquier etapa de la vida.
- ¿En qué consiste la vacuna? La vacuna contra el VPH protege contra varios tipos del virus que pueden causar cáncer cervical y otros tipos de cáncer relacionados. Funciona estimulando el sistema inmunológico para que produzca una respuesta defensiva contra el VPH.
- ¿Cuándo debe administrarse? La vacuna es más efectiva cuando se administra antes de que una persona esté expuesta al virus. Por lo general, se recomienda a los 11 o 12 años, pero la vacuna se ha extendido hasta los 45 años en hombres y mujeres, luego de discusión con su médico/a.
- ¿Cuántas dosis se necesitan? La mayoría de los esquemas de vacunación incluyen dos o tres dosis, según la edad en que se inicie la vacunación. Es importante seguir el calendario de vacunación recomendado por los profesionales de la salud.
- Revisiones ginecológicas regulares: Tal y como vimos en el artículo 4 razones por las que debes visitar a tu especialista en ginecología todos los años, agendar chequeos regulares con tu ginecóloga es esencial. La citología cervicouterina, también conocida como Papanicolaou, es una herramienta clave para la detección temprana de células anormales. Además de la citología, las pruebas de VPH pueden detectar la presencia del virus en etapas tempranas. Consulta con tu médico sobre la frecuencia adecuada de estas pruebas según tu historial de salud.
- Practicar el sexo seguro: Utilizar métodos de barrera, como condones, puede reducir el riesgo de contraer y propagar el VPH.
- Adoptar un estilo de vida saludable: Mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y evitar el tabaco, puede fortalecer tu sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades.
¿Qué hacer si recibes un diagnóstico de cáncer cervical?
Recibir un diagnóstico de cáncer cervical puede ser abrumador, pero es importante recordar que la detección temprana mejora las posibilidades de un tratamiento exitoso. Aquí te presentamos algunos pasos que puedes seguir si tienes un diagnóstico positivo:
- Consulta con un profesional especializado: Busca la orientación de un oncólogo ginecológico para entender mejor tu situación y discutir las opciones de tratamiento. Evita consultar primero a Google, las informaciones que encuentres pueden ser confusas y no necesariamente ser aplicables a tu caso particular.
- Planifica tu tratamiento: Junto con tu equipo médico, desarrolla un plan de tratamiento personalizado que puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia u otras terapias dirigidas, según cada caso.
- Busca apoyo emocional: Buscar apoyo emocional es fundamental. Ya sea a través de amigos, familiares o grupos de apoyo, compartir tus sentimientos puede hacer más llevadero el proceso.
- Educación Continua con fuentes fiables: Edúcate sobre tu condición y las opciones de tratamiento. Estar informada te permite tomar decisiones más activas en tu atención médica. Busca siempre fuentes fiables como el Instituto Nacional del Cáncer, que cuenta con información actualizada y de referencia para pacientes.
La prevención del cáncer cervical es un compromiso que todas las personas con útero deben asumir. A través de exámenes regulares, vacunación y un estilo de vida saludable, podemos reducir significativamente el riesgo de esta enfermedad. En caso de un diagnóstico, el acceso rápido a la atención médica y el apoyo emocional son clave. Recuerda que cuidarte es el primer paso hacia una vida más saludable y plena.