Claves para Vencer Miedos y Tabúes
La comunicación abierta sobre sexualidad puede marcar la diferencia entre una vida íntima plena y otra llena de dudas e inseguridades. En el episodio 37 de Se Vale Preguntar, la trabajadora social Johana Karis y la ginecóloga Dra. Yarí Vale discuten cómo abordar temas de placer, protección y consentimiento con nuestras parejas o múltiples parejas, de forma honesta y sin tapujos.
A continuación, te ofrecemos un resumen de los puntos más importantes de su conversación y algunos consejos prácticos para mejorar tu bienestar sexual. Escucha el episodio completo aquí:
El silencio que nos limita
Hablar de sexo suele dar vergüenza o miedo a muchas personas. Ya sea por una crianza con creencias restrictivas o por la falta de costumbre, el silencio puede afectar nuestra salud física y emocional. La Dra. Vale subraya que abordar la sexualidad sin tabúes permite:
- Conocer mejor nuestro cuerpo y placeres.
- Identificar posibles problemas de salud, como dolor durante la penetración o resequedad vaginal.
- Tomar decisiones claras sobre métodos anticonceptivos y protección contra infecciones de transmisión sexual (ITS).
En la consulta ginecológica, abrir esta conversación ayuda a que el o la profesional de la salud ofrezca soluciones y sugerencias adaptadas a cada persona.
Comunicación asertiva: la base del placer
En muchas ocasiones, las parejas no saben expresar con claridad lo que les gusta o disgusta en la intimidad. Algunas recomendaciones para entablar una comunicación asertiva son:
- Evita las críticas hirientes: En lugar de decir “no sirves para…” o “no me haces esto bien”, procura un tono positivo. Por ejemplo, “¿Has pensado en intentar…?” o “Me encantaría que probáramos…”.
- Busca el momento adecuado: Hablar de lo que no te gustó en medio de la actividad sexual puede generar tensión. Espera un momento de calma y privacidad para plantear tus inquietudes o deseos.
- Propuesta y solución: Si expresas algo que no te agrada, sugiere opciones de mejora. Por ejemplo: “Preferiría que me acaricies aquí antes de la penetración”, o “¿Por qué no usamos un lubricante para que sea más cómodo?”.
Derribando mitos: el derecho a sentir placer
Un hallazgo común en las consultas de la Dra. Vale es encontrar mujeres que nunca han experimentado un orgasmo o que viven con dolor al momento de la penetración sin comentarlo con sus parejas. Esto puede derivarse de:
- Falta de conocimiento sobre el propio cuerpo (especialmente del clítoris y otras zonas erógenas).
- Creencias culturales que asocian el placer con algo “pecaminoso”.
- Comunicación deficiente con la pareja por temor a ofender o ser juzgada.
Para combatir estos obstáculos, la experta recomienda explorar la masturbación como vía de autoconocimiento y usar juguetes sexuales si así se desea. “La sexualidad es una parte integral de la salud”, recalca la Dra. Vale. “No nacemos sabiéndolo todo; necesitamos aprender, practicar y hablar para descubrir qué nos gusta realmente”.

La importancia de planificar y protegerse
Otro punto esencial es abordar el uso de anticonceptivos y protección contra infecciones de transmisión sexual (ITS). Hablar abiertamente sobre métodos de barrera como el condón externo (masculino) o el condón interno (femenino) puede prevenir embarazos no deseados y enfermedades. Asimismo, es clave discutir pruebas de laboratorio que certifiquen si hay o no ITS antes de sostener relaciones sexuales sin barrera.
“La confianza no es un condón”, enfatiza Johana Karis. La protección y la comunicación sincera deben ir de la mano.
¿Qué hacer cuando la comunicación no fluye?
En algunos casos, las personas se enfrentan a dificultades que no logran superar hablando por sí solas. Puede ser vaginismo, falta de deseo, discrepancias sobre métodos anticonceptivos, orientación sexual distinta a la esperada o simple desconocimiento de técnicas para mejorar la satisfacción. Si el diálogo directo no resuelve el problema, considera:
- Terapia sexual o de pareja: Con profesionales que brinden herramientas para mejorar la comunicación y la comprensión mutua.
- Recursos educativos: Blogs, cursos, talleres o seminarios sobre sexualidad que permitan tanto la exploración individual como la de pareja.
- Cambio de profesional de salud: Si tu ginecólogo o ginecóloga no te ofrece un espacio seguro para hablar de sexualidad, busca a alguien con experiencia y apertura en este campo.
“Hablar de sexo no es solo un acto de intimidad, sino también de empoderamiento”, comenta la Dra. Vale. Darle la importancia que merece a nuestras inquietudes y deseos sexuales nos ayuda a construir relaciones más fuertes, honestas y placenteras. Si quieres saber más, te invitamos a escuchar el episodio completo de Se Vale Preguntar.