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Suplementos para la salud sexual y reproductiva: beneficios, riesgos y recomendaciones médicas

Introducción

En farmacias, supermercados y hasta en línea encontramos un sinfín de suplementos que prometen mejorar la energía, el estado de ánimo o la salud reproductiva. Pero ¿realmente son necesarios? ¿Pueden marcar la diferencia en condiciones como el síndrome premenstrual, la menopausia o la endometriosis?

En este artículo te compartimos información clara y basada en evidencia sobre los suplementos más utilizados en salud sexual y reproductiva, sus beneficios, riesgos y en qué casos conviene buscar orientación médica.

Los suplementos más recomendados

Ácido fólico

  • Fundamental antes y durante el embarazo.
  • Se recomienda comenzar a tomarlo al menos tres meses antes de concebir para reducir el riesgo de defectos en el desarrollo del feto.

Vitamina D

  • A pesar del sol caribeño, en Puerto Rico muchas personas presentan deficiencia.
  • Es clave para la salud ósea, ya que ayuda a que el calcio se fije en los huesos.
  • Niveles óptimos (50-60 ng/ml) pueden disminuir el riesgo de cáncer de mama y colon.

Calcio

  • Indispensable en la perimenopausia y menopausia para prevenir osteoporosis y fracturas.
  • Siempre debe combinarse con vitamina D para ser efectivo.

Magnesio

  • Existen varios tipos (glicinato, citrato, entre otros).
  • El glicinato puede mejorar el sueño y ayudar en síntomas del síndrome premenstrual.
  • El citrato, en cambio, se utiliza para mejorar el tránsito intestinal.

Omega 3

  • Ayuda a regular los lípidos en sangre.
  • Puede tener efectos positivos en inflamación y salud cardiovascular.

Chasteberry (sauzgatillo)

  • Suplemento natural que puede ser útil en casos de síndrome premenstrual para quienes no desean iniciar tratamientos hormonales o farmacológicos de primera línea.

Zinc

  • Refuerza el sistema inmune.
  • Puede ser beneficioso en pacientes con virus del papiloma humano (VPH).

Suplementos en etapas específicas de la vida

  • Síndrome premenstrual (SPM): magnesio, chasteberry y ejercicio regular (como yoga).
  • Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP): suplementación combinada con cambios en estilo de vida como pérdida de peso y actividad física.
  • Perimenopausia y menopausia: calcio, vitamina D, magnesio y, en algunos casos, adaptógenos como la ashwagandha para manejar la ansiedad.
  • Uso de anticonceptivos inyectables (Depo-Provera): es recomendable añadir calcio y vitamina D para prevenir pérdida ósea.

Riesgos de la suplementación sin control médico

No todos los suplementos son inofensivos. Algunas vitaminas, como la A, E y K, son liposolubles y pueden acumularse en el cuerpo, causando toxicidad.

Además, la automedicación puede llevar a:

  • Sobredosis y efectos secundarios.
  • Interacciones con medicamentos recetados.
  • Gastos innecesarios en suplementos que no necesitas.

Por eso, lo ideal es realizar laboratorios de rutina para identificar deficiencias y recibir recomendaciones personalizadas de un profesional de la salud.

Conclusión

Los suplementos pueden ser aliados importantes en la salud sexual y reproductiva, pero no sustituyen una alimentación balanceada ni deben usarse sin guía médica.

En Darlington Medical Associates recomendamos siempre evaluar tus niveles, tu historial de salud y tus necesidades específicas antes de comenzar cualquier suplementación. Así podrás obtener los beneficios sin poner en riesgo tu bienestar.