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Fertilidad después de los 35: mitos, pruebas y opciones reales

Introducción

A menudo escuchamos frases como “el reloj biológico se acaba a los 35” o “ya es tarde para quedar embarazada”. Estos mensajes, que suelen llegar en reuniones familiares o consultas médicas, generan ansiedad y confusión. Pero ¿qué dice realmente la ciencia sobre la fertilidad después de los 35?

En este artículo exploramos los principales mitos, realidades y opciones disponibles para quienes desean gestar después de esta edad, con información clara y libre de estigmas.

¿Qué pasa con la fertilidad después de los 35?

La fertilidad no se “apaga” de un día para otro. Lo que ocurre es un cambio gradual en la probabilidad de lograr un embarazo:

  • Entre los 20 y los 32 años, la probabilidad de embarazo por ciclo es de alrededor de 20%.
  • Después de los 35, esta probabilidad comienza a disminuir lentamente.
  • A partir de los 38-40 años, el descenso se hace más evidente.

El factor clave no es la cantidad de óvulos, sino su calidad. Con el tiempo, los óvulos tienen mayor dificultad para dividirse adecuadamente, lo que puede aumentar el riesgo de pérdidas tempranas o fallos en la implantación.

Mitos comunes sobre la fertilidad después de los 35

“Cumplí 35 y ya no puedo tener hijos”

Falso. No existe un “precipicio” en la fertilidad a los 35. El descenso es progresivo y muchas personas logran embarazos saludables en sus finales de los 30 y hasta los 40.

“Mientras más óvulos tenga, más fértil soy”

No necesariamente. Solo se necesita un óvulo de buena calidad por ciclo para lograr un embarazo. La reserva ovárica (cantidad de óvulos) no es un indicador absoluto de fertilidad.

“Si tomo anticonceptivos, estoy guardando óvulos para el futuro”

Error común. Los anticonceptivos no “almacenan” óvulos ni retrasan la menopausia.

“La infertilidad solo depende de la mujer”

En realidad, el factor masculino representa aproximadamente la mitad de los casos de infertilidad. La calidad del esperma también se ve afectada por la edad, el estilo de vida y condiciones de salud.

Pruebas y opciones disponibles

Hormona antimulleriana (AMH)

Es una prueba que mide la reserva ovárica y ayuda a planificar tratamientos de fertilidad. Sin embargo, un nivel bajo de AMH no significa automáticamente que no puedas lograr un embarazo natural.

Criopreservación de óvulos

Congelar óvulos es una alternativa para quienes desean postergar la maternidad.

  • Es más recomendable antes de los 33 años, aunque sigue siendo útil hasta los 35.
  • Implica un tratamiento con medicamentos para estimular los ovarios y extraer óvulos maduros que luego se congelan.
  • No garantiza un embarazo, pero aumenta las posibilidades de éxito en el futuro.

Fertilización in vitro (IVF)

En algunos casos, recurrir a tratamientos de reproducción asistida puede ser necesario. Estos procedimientos varían según cada caso y deben evaluarse con un especialista en fertilidad.

Fertilidad y salud emocional

Los tratamientos de fertilidad pueden ser costosos y emocionalmente exigentes. La infertilidad suele vivirse en soledad, pero los grupos de apoyo y la orientación profesional pueden marcar una gran diferencia en el proceso.

También es válido reconocer que existen alternativas para formar familia más allá de la gestación, como la adopción o la donación de óvulos y esperma.

Conclusión

La fertilidad después de los 35 no es un mito ni una sentencia: es una realidad compleja que depende de múltiples factores. Con información clara, pruebas diagnósticas adecuadas y el acompañamiento de profesionales de la salud, es posible tomar decisiones informadas y sin miedo.

En Darlington Medical Associates te acompañamos en cada etapa de tu vida reproductiva, brindándote consejería y apoyo libre de tabúes.